Frases célebres

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Más frases de Federico García Lorca (109)

• Mi lengua está perforada con vidrio.

• Lo importante en la vida es dejar que los años nos lleven.

• La única cosa que la vida me ha enseñado, es que la mayoría de las personas pasan sus vidas embotelladas dentro de sus casas haciendo las cosas que odian.

• Y no quiero llantos. La muerte hay que mirarla cara a cara. ¡Silencio!

• La creación poética es un misterio indescifrable, como el misterio del nacimiento del hombre. Se oyen voces, no se sabe de dónde, y es inútil preocuparse de dónde vienen.

• Andalucía es increíble. Oriente sin veneno. Occidente sin acción.

• Quiero llorar porque me da la gana.

• ¡Libros! ¡Libros! He aquí una palabra mágica que equivale a decir “amor, amor”, y que debían los pueblos pedir como piden pan.

• La traducción destroza el espíritu del idioma.

• Un reposo claro y allí nuestros besos, lunares sonoros del eco, se abrirían muy lejos. Y tu corazón caliente, nada más.

• Oye, hijo mío, el silencio. Es un silencio ondulado, un silencio donde resbalan valles y ecos y que inclina las frentes hacia el suelo.

• Corazón. ¿Por qué mandas en mí, si yo no quiero?

• Sé que no hay un camino recto. No hay un camino recto en este mundo. Solo un laberinto gigante de cruces e intersecciones.

• La vida es la risa en medio de un rosario de la muerte.

• Las ancianas pueden ver a través de las paredes.

• Pero yo no soy yo. Ni mi casa es ya mi casa. Porque ahora ya no soy yo, ni mi casa es más mi casa.

• Un poeta debe ser un profesor de los cinco sentidos y debe abrir puertas entre ellos.

• Clávame un cuchillo si es tu gusto, pero no me lo digas más.

• Desechad tristezas y melancolías. La vida es amable, tiene pocos días y tan sólo ahora la hemos de gozar.

• Porque tú crees que el tiempo cura y que las paredes tapan, y no es verdad, no es verdad.

• Callar y quemarse es el castigo más grande que nos podemos echar encima.

• Los árboles que cantan se tronchan y se secan. Y se tornan llanuras las montañas serenas. Mas la canción del agua es una cosa eterna.

• La noche no quiere venir para que tú no vengas, ni yo pueda ir. Pero yo iré, aunque un sol de alacranes me coma la sien.

• La nieve del alma tiene copos de besos y escenas que se hundieron en la sombra o en la luz del que las piensa.

• El chino bueno está más cerca de mí que el español malo.

• El día que dejemos de resistir nuestros instintos, habremos aprendido cómo vivir.

• Si te contara toda la historia, nunca terminaría... Lo que me sucedió a mí le ha sucedido a mil mujeres.

• A las cinco de la tarde. Eran exactamente las cinco de la tarde. Un niño trajo la sábana blanca a las cinco de la tarde. Un frágil preparado de lima preparado a las cinco de la tarde. El resto fue muerte, y solo muerte.

• Incluso el dinero, que brilla mucho, escupe a veces.

• Dios mío, he venido con las semillas de las preguntas. Las planté y nunca florecieron.

• No he dejado que nadie me dé lecciones... No llores. Si quieres llorar te metes debajo de la cama. ¿Me has oído?

• Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio.

• Yo soy español integral y me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos; pero odio al que es español por ser español nada más, yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista, abstracta, por el sólo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos.

• La mujer no ha nacido para que se la comprenda, sino para que se la ame.

• Esperando, el nudo se deshace y la fruta madura.

• En un arca de besos de bocas ya cerradas, es eterna cautiva, del corazón hermana.

• Cuando sale la luna se pierden las campanas y aparecen las sendas impenetrables. Cuando sale la luna, el mar cubre la tierra y el corazón se siente isla en el infinito.

• ¡No me mires más! Si quieres te daré mis ojos, que son frescos, y mis espaldas para que te compongas la joroba que tienes.

• Somos de la poesía secreta.

• Hay cosas que no se pueden decir porque no hay palabras para decirlas.

• Nueva York es algo horrible, algo monstruoso. Me gusta caminar por las calles, perdido, pero reconozco que Nueva York es la mentira más grande del mundo. Nueva York es Senegal con máquinas.

• Además del arte negro, solo existe la automatización y la mecanización.

• El amor es el beso en el tranquilo nido mientras las hojas tiemblan, reflejadas en el agua.

• No hay nada más poético y terrible que la batalla de los rascacielos con los cielos que los cubren.

• ¡Abril divino, que vienes cargado de sol y esencias, llena con nidos de oro las floridas calaveras!

• La soledad es la gran talladora del espíritu.

• Un muerto en España está más vivo como muerto que en ningún sitio del mundo.

• La poesía no quiere adeptos, quiere amantes.

• Y aunque no me quisieras te querría por tu mirar sombrío, como quiere la alondra al nuevo día sólo por el rocío.

• La historia no sólo se verifica en la poesía sino que, gracias a ella, se condensa, adquiere un sentido, crea imágenes y los símbolos en que los americanos se reconocen.

• Los dos elementos que el viajero capta en la gran ciudad son arquitectura extrahumana y ritmo furioso. Geometría y angustia.

• Si la esperanza se apaga y la Babel se comienza, ¿qué antorcha iluminará los caminos en la Tierra?

• La luna vino a la fragua. Con su polisón de nardos.

• Saqué la cabeza por la ventana y vi cuánto quiere cortarla el cuchillo del viento. En esta guillotina invisible, he puesto la cabeza sin ojos de todos mis deseos.

• Hoy en mi corazón hay un vago temblor de estrellas y todas las rosas son tan blancas como mi dolor.

• Siempre estaré del lado de aquellos que no tienen nada y que ni siquiera pueden disfrutar de nada de lo que tienen en paz.

• A menudo me he perdido a mí mismo para encontrar la quemadura que mantiene todo despierto.