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Personajes
"Los Sitios" en la
literatura

Zaragoza 1808-1809, segundo centenario de los "sitios"


Josefa Amar y Borbón

(Zaragoza, 1753 - Zaragoza, 1833)

Josefa Amar y Borbón

Josefa Amar vivió en unos años en los que Europa despertaba a las luces de la Ilustración y vivía los tumultos de la Revolución Francesa y las posteriores invasiones napoleónicas. Su sabiduría y erudición junto con su tesón y capacidad de trabajo la llevaron a convertirse en una auténtica ilustrada y a ser reconocida por los intelectuales de la época.

Josefa Amar y Borbón nació el 4 de febrero de 1749 en Zaragoza en el seno de una familia ilustre. Su madre se llamaba Ignacia de Borbón y su padre, José Amar, era médico de cámara de Fernando VI.
  Desde pequeña, Josefa tuvo la suerte de contar con prestigiosos eruditos como preceptores, entre ellos Rafael Casalbón y Antonio Berdejo, que guiaron a Josefa en sus estudios. Pronto destacó en varios ámbitos, entre ellos las lenguas (aprendió entre otras, latín, griego, inglés, francés e italiano) y las ideas, estudiando la obra de ilustrados franceses.
  En 1786 se publicó su Discurso en defensa del talento de las mujeres y de su aptitud para el gobierno y otros cargos en que se emplean los hombres y cuatro años más tarde su Discurso sobre la educación física y moral de las mujeres.
  Josefa formó parte también de la Junta de Damas, vinculada a la Real Sociedad de Madrid y de la Real Sociedad Médica de Barcelona. Se dice que su gesta más heroica, además de la ayuda económica a la resistencia en los dos sitios, la ejerció como espía política para el general Palafox. Murió el 21 de febrero de 1833.

Fuente: mujeresenlahistoria.com y Heraldo de Aragón
Imagen: cronicaglobal.elespanol.com


Lorenzo Calvo de Rozas

(Ranero, Vizcaya 1774 - Madrid, 1850)

Lorenzo Calvo de Rozas

Casado dos veces, la primera con María López de la Huesa, la segunda con Catalina Pérez, tuvo un solo hijo llamado Juan Luis Calvo Pérez.
  Comerciante de próspera fortuna, en 1798 se trasladó a Madrid, donde en 1800 fue nombrado individuo de la Junta de Gobierno del Banco de San Carlos, y en 1804 primer director de la Sociedad de Comerciantes formada por orden de Carlos IV para proveer de granos al Reino, en la grave carestía de ese año. Formó parte de la Comisión para organizar un Consulado General, que debía establecerse en Madrid. En 1808 era propietario de seis casas en la capital y poseía intereses en Málaga, Cádiz, Lisboa, La Mancha y Alicante. En total se le calcula una fortuna de 4.500.000 reales.

Comerciante y banquero, nunca combatió. Llegó a Zaragoza huyendo de los alzamientos de Madrid, pero acabó siendo nombrado por Palafox corregidor de la ciudad e intendente del Reino y Ejército de Aragón, además de secretario de las Cortes. Pero su carácter agrio hizo que se granjeara enemistades por lo que, según los biógrafos, el general acabó deshaciendose de él.
  Después de varias denuncias, detenciones y puestas en libertad su situación personal no era muy lúcida: todavía en 1843 solicita que se devuelvan unas sillas y un sofá que le fueron arrebatadas por el gobierno en 1823. pero se le responde, en Madrid a 19 de noviembre de 1843, que las sillas se compraron en 1827, que el color no coincide, etc. Estas peticiones revelan, acaso, una situación económica apurada.

Fuente: mcnbiografias.com y Heraldo de Aragón
Imagen: asociacionlossitios.com


Madre Rafols

(Villafranca del Penedés, 1781 - Zaragoza, 1853)

Madre Rafols

María Josefa Rosa Rafols Bruna nació en el molino de su padre un 5 de noviembre de 1781, en el pueblo barcelonés de Villafranca del Penadés... Pero muy poco después, su destino iba a entrelazarse para siempre con el de Aragón...
  Eran tiempos difíciles. Y su familia, pobre: cinco de los nueve hermanos de la joven María mueren al poco de nacer, y los padres, constantemente empujados por nuevas dificultades, se ven obligados a desplazarse en varias ocasiones. Pero a pesar de todo, ambos ven en su hija María a una niña extremadamente despierta y sensible, imbuida de una tierna piedad hacia los más desfavorecidos. Y deciden enviarle al colegio de la Enseñanza de Barcelona, algo muy raro entre la clase humilde del campo.
  María formó parte en su juventud de un grupo de caridad que atendía el hospital de San Pablo de Barcelona. En 1804 trabajaba en el Hospital Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza, que en 1808 fue quemado por las tropas francesas.

Los enfermos tuvieron que trasladarse a la Casa de Misericordia. La piedad de la Madre Rafols durante la contienda es de sobra demostrada, incluso imploró socorro al mariscal francés Lannes para los acogidos (que llegaron a ser más de seis mil). Este les dio agua, alimento y un salvoconducto para recoger los restos de las reses que les servían a ellos de sustento. En 1811 renunció a ser superiora de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén. Poco después fundó junto a Juan Bonal la Congregación de Hermanas de la Caridad de Santa Ana. Fue beatificada por Juan Pablo II en 1994.

Fuente: identidadaragonesa.wordpress.com, Heraldo de Aragón
Imagen: cnspilar.com


Manuela Sancho

(Plenas, 1784 - Zaragoza, 1863)

Manuela Sancho

Manuela Sancho y Bonafonte nació en la villa de Plenas en 1784 y fue una de las heroínas de los Sitios de Zaragoza.
 "Recomiendo con particularidad a Manuela Sancho que, tanto en el ataque del día treinta y uno de diciembre del año pasado, como en el de ayer sirvió de artillería y mortero como pudiera haberlo hecho el mejor artillero". Así informó el nada dado a los halagos Mariano Renovales a Palafox acerca del comportamiento de la heroína en la defensa del convento de San José.
  Con fecha siete de enero de 1809, se publica en La Gaceta de Zaragoza la distinción con la que el general Palafox premia su valentía, concediéndole el distintivo de la cinta encarnada y la pensión de dos reales diarios.

Hasta tal punto llevó su arrojo que, que en una de las afrentas, fue dada por muerta y sepultada por montones de cadáveres. Tras ser rescatada, pudo recuperarse de las heridas en el vientre por cuya curación nadie apostaba. Se casó tres veces y no tuvo descendencia. A su muerte, el Ayuntamiento de Zaragoza organizó un multitudinario entierro, reflejo de la estima que se tenía por la última heroína. En 1908 se trasladaron sus restos del cementerio de Torrero a la cripta de la Iglesia del Portillo.

Fuentes: Heraldo de Aragón
Imagen: historiaragon.com


María Agustín

(Zaragoza, 1784 - Alagón, 1831)

María Agustín

Procedente de una familia muy humilde de la parroquia de San Gil, tuvo que ponerse a servir de niña en una casa del barrio de San Pablo, donde conoció a Pedro Roncal, otro de los criados. Se casaron en 1805. Ya durante la guerra, María se encargó de labores logísticas, y fue ejerciendo esta tarea cuando sufrió una grave herida en el cuello, pese a la cual continuó con sus obligaciones en el frente.
  Después de terminar la guerra, nada volvemos a saber de ella hasta localizarla entre las aspirantes a un dinero que el Secretario de la Embajada Británica, Mr. Charles Vaughan, legó a la Condesa de Bureta para que esta, a su vez, lo distribuyera entre los heridos, viudas y huérfanos de la guerra. En este documento, figuraba, entre una interminable lista, María Agustín, impedida de un balazo. Fue la única zaragozana inválida de guerra, pues el balazo recibido en el cuello la había dejado incapacitada del brazo izquierdo, motivo por el que ya no podía trabajar. El reparto se hizo mediante un escrupuloso sorteo en el que María Agustín no resultó afortunada.

Esto fue hasta 1815, cuando Palafox le concendió esa gracia. Fue la única zaragozana calificada como "impedida de un balazo". En 1819 murió Pedro y en 1824 se casó con Antonio Guisán, con quien se trasladó a Alagón hasta su muerte. Está enterrada en el fosal de San Pablo.

Fuente: historiaragon.com y Heraldo de Aragón
Imagen: heraldo.es


Mariano Cerezo

(Zaragoza, 1739 - Zaragoza, 1809)

Mariano Cerezo

Natural de Zaragoza, había nacido en el barrio de San Pablo el 9 de noviembre de 1739. Hijo de Juan y María Martinez, Cerezo fue miembro de una familia infanzona y mediano hacendado. En muchas fuentes aparece como labrador y como comisario de aguas del Canal Imperial.

Durante los sucesos de mayo que motivaron el levantamiento de la ciudad de Zaragoza el día 24, una vez conocida la marcha de la familia real hacia Bayona y los sucesos del 2 de mayo en Madrid, Mariano Cerezo formaba parte del grupo de medianos agricultores que participaría en los movimientos iniciales, entre otras personas su hermano y Jorge Ibor, conocido como el Tío Jorge, ciudadanos que tenían una gran influencia sobre la población.
  Mariano lideró la defensa del castillo de la Aljafería durante el primer Sitio, palacio que defendió con varias compañías de parroquianos de San Pablo y una compañía de cazadores de la Legión Portuguesa, que había desertado del ejército francés. Tenía como encargado en clase de oficial a Lucas de Velasco, y en la de ayudante al subteniente de infantería Juan Antonio Viruete.

Fue nombrado miembro de la Junta Suprema de Gobierno de la ciudad, y en su condición participó junto con su presidente, Pedro María Ric, regente de la Audiencia, en las negociaciones para rendir la ciudad, realizadas el 20 de febrero de 1809 en la Casa Blanca, junto al Canal Imperial de Aragón, donde tenían su cuartel general los franceses.
  Mariano Cerezo murió en Zaragoza con sesenta y cinco años, pocos días después de rendirse la ciudad a los franceses, el 13 de marzo de 1809, a consecuencia de la epidemia de tífus que sufría la ciudad.

Fuente: elgrancapitan.org
Imagen: asociacionlossitios.com


Mariano Renovales

Mariano Renovales

(Arcentales, 1774 - La Habana, 1820)

Nacido en Arcentales, en las Encartaciones de Vizcaya, gustaba de ostentar su hidalguía por los cuatro costados, poniendo sus apellidos en cabeza de las certificaciones que expedía: Llamábase D. Mariano de Renovales y Rebollar, Santetices y Mollinedo, que son en efecto cuatro de los más ilustres linajes del solar montañés.
  No se sabe por qué residía en Zaragoza a principios de Junio de 1808, pero consta que era hombre hecho, teniente coronel de caballería, oficial de honrosa carrera, y que había servido algunos años en nuestras provincias de América del Sur, acreditando su valor en las guerras con los indios y el asalto inglés a Buenos Aires.

Combatió con tesón indomable desde la primera embestida de la plaza hasta el día de la capitulación y como los héroes de la edad caballeresca pudo decir de sí mismo:

Mis arreos son las armas.
Mi descanso el pelear.

El 15 de Junio de 1808 le vemos arrojar a los franceses del cuartel de caballería en que habían penetrado, y a los pocos momentos rechazarlos en su segundo ataque a la puerta de Santa Engracia: el 2 de Julio, después de escarmentar al enemigo en la puerta de Sancho al frente del valeroso Tercio de Tauste, corre presuroso en auxilio de los comprometidos defensores del Portillo; el 7 y el 29 de Julio efectúa vigorosas salidas por dicha puerta de Sancho para ahuyentar las avanzadas francesas que infestaban el llano de Almozara obligándolas a replegarse al collado de la Bernardona; el memorable 4 de Agosto arroja al enemigo de la huerta del Marqués de Campo Real, contigua a la iglesia de San Miguel, y combinando sus escasas fuerzas con las acaudilladas por Arnedo, Simonó y Casamayor barre de franceses la plaza de la Magdalena y las piedras del Coso, los persigue sin descanso, los desaloja de las casas del Hospital y contribuye a encerrarlos en las ruinas de la iglesia de dicho establecimiento benéfico y convento de San Francisco, en cuyos puestos no tuvieron otra salida que la de su retirada el 14 de Agosto.

El militar Mariano de Renovales combatió a los franceses en los dos Sitos de Zaragoza. Sin embargo, tras el regreso de Fernando VII en 1814 fue acusado de conspirar contra el absolutismo y condenado a muerte tres años mas tarde. Resulta irónico que fue en Francia donde se refugió y recibió amnistía.

Fuentes: asociacionlossitios.com y Heraldo de Aragón
Imagen: asociacionlossitios.com


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