Frases célebres

Buscar frases por:

Autores

Temas

Proverbios

Más frases de José Saramago (160)

• Lo que da verdadero sentido al encuentro es la búsqueda y... es preciso andar mucho para alcanzar lo que está cerca.

• Es el poder económico el que determina el poder político, por lo que los gobiernos se convierten en títeres políticos del poder económico.

• El dinero no siempre tiene el mismo valor, al contrario de los hombres que siempre valen lo mismo, todo o nada.

• La identidad de una persona no es el nombre que tiene, el lugar donde nació, ni la fecha en que vino al mundo. La identidad de una persona consiste, simplemente, en ser, y el ser no puede ser negado.

• Gustar es probablemente la mejor manera de tener, tener debe de ser la peor manera de gustar.

• Todo el mundo me dice que tengo que hacer ejercicio, que es bueno para mi salud. Pero nunca he oído a nadie decirle a un deportista: tienes que leer.

• Por más espesas y negras que estén las nubes sobre nuestras cabezas, el cielo allá arriba estará permanentemente azul.

• Para qué sirve el arrepentimiento, si eso no borra nada de lo que ha pasado. El mejor arrepentimiento es sencillamente cambiar.

• El caos es un orden sin descifrar.

• Si el mundo alguna vez consigue ser mejor, solo habrá sido por nosotros y con nosotros.

• A lo mejor estoy en un momento de la vida en que me creo tontamente saber algo de la vida.

• Espero morir como he vivido, respetándome a mí mismo como condición para respetar a los demás y sin perder la idea de que el mundo debe ser otro y no esta cosa infame.

• Los momentos no avisan cuando vienen.

• Aquello que más le cuesta a un hombre es reconocer sus debilidades y confesarlas.

• La vida, sin embargo, tiene muchas cartas en la baraja y no es infrecuente que las juegue cuando menos se espera.

• La calma de las aguas profundas, apariencia y nada mas.

• También el frío cuando nace es para todos, pero no todos reciben en la espalda la misma porción.

• Estamos destruyendo el planeta y el egoísmo de cada generación no se molesta en preguntar cómo van a vivir los que vienen después. Lo único que importa es el triunfo de hoy. Esto es lo que llamo la razón de la ceguera.

• La más falsa de las mentiras es precisamente la que se sirve de verdad para la satisfacción y justificación de sus vicios.

• Los sueños son como las personas, quizá parecidos pero nunca iguales.

• Así sucede en las vidas, cuando creíamos que nos habían quitado todo, descubrimos que todavía nos queda algo.

• Mientras los pobres esperando el cielo están en la tierra y en ella sufren, los ricos ya viven en el cielo estando en la tierra.

• Cada segundo que pasa es una puerta hacia el futuro. Pero quizás sea más acertado decir que el futuro es un inmenso vacío del cual se nutre el eterno presente.

• La ceguera también es esto: vivir en un mundo donde se ha acabado la esperanza.

• Dios es tanto más dios cuánto más inaccesible resulte.

• Ni la juventud sabe lo que puede, ni la vejez puede lo que sabe.

• Sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir.

• ¿Qué clase de mundo es este que puede mandar máquinas a Marte y no hace nada para detener el asesinato de un ser humano?

• Más tarde o más pronto las consecuencias caerán sobre nuestras cabezas. De eso, amigos, nadie escapa en este mundo.

• Entraré en la nada y me disolveré en ella.

• Dios quiso lo que hizo e hizo lo que quiso.

• De esa manera estamos hechos, mitad indiferencia mitad ruindad.

• Hay momentos en la vida, para que el cielo se abra es necesario que una puerta se cierre.

• La hora de las verdades terminó. Vivimos en el momento de la mentira universal. Nunca se mintió tanto. Vivimos una mentira todos los días.

• Cuántas veces precisamos la vida entera para cambiar de vida.

• El ser humano no recibió el don de la palabra para ocultar sus pensamientos.

• Si uno, para que otro le guste, tuviera que esperar a conocerlo, no le bastaría la vida entera.

• Hasta una simple palabra sobra si es la vida la que está cambiando.

• El mundo de cada uno es lo que ven sus ojos.

• Ser comunista, socialista, o tener cualquier otra ideología es una cuestión hormonal.

• El bombardeo informático y de la televisión nos ha rodeado de un ruido de fondo que nos impide pensar, dialogar y que las personas se encuentren frente a frente.

• No utilicemos términos que muy probablemente sólo nos perjudicarán en las alegaciones del juicio final.

• Sólo los pájaros vuelan, y los ángeles, y los hombres cuando sueñan, pero en los sueños no hay firmeza.

• Hay quien me niega el derecho de hablar de Dios, porque no creo. Y yo digo que tengo todo el derecho del mundo. Quiero hablar de Dios porque es un problema que afecta a toda la humanidad.

• Cree estar en el combate, cuando la verdad es que lo que tiene en la mano es sólo la sombra de una espada y a su alrededor no hay nada más que sombras.

• Pienso que todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver, pero que no miran.

• Ahora no hay duda de que la búsqueda incondicional del triunfo personal implica la soledad profunda.

• He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización del otro.

• Las energías vuelven siempre cuando la esperanza vuelve.

• Es hora de aullar, porque si nos dejamos llevar por los poderes que nos gobiernan, y no hacemos nada por contrarrestarlos, se puede decir que nos merecemos lo que tenemos.

• La alegría y el dolor no son como el aceite y el agua, sino que coexisten.

• Creo que nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven.

• Si quieres tener cosecha un día, arremángate y siembra ahora.

• Al igual que el hábito no hace al monje, el cetro no hace al rey.

• Es con lo que es con lo que tenemos que vivir, no con lo que sería o podría haber sido.

• La naturaleza humana está hecha de tan extraña manera, que hasta los más sinceros y espontáneos movimientos del corazón pueden ser inoportunos en ciertas circunstancias.

• Qué difícil es separarse de aquello que hemos hecho, sea cosa o sueño, incluso cuando lo hemos destruido con nuestras propias manos.

• Hay cosas que conviene no decir delante de un viejo si no queremos que él se nos ría en la cara.

• Un hombre nunca sabe para qué está guardado, qué parte del bien y del mal le espera.

• Tus preguntas son falsas si ya conoces las respuestas.

• Al final de nuestras vidas descubrimos que la única condición para vivir es la muerte.

• Bien cierto es lo que dice el sabio, mientras no llega tu última hora, todo puede ocurrir, no desesperes.

• No creo en Dios, no lo necesito y además soy buena persona.

• Sinceramente, creo que la muerte es la inventora de Dios. Si fuéramos inmortales no tendríamos ningún motivo para inventar un Dios. Para qué. Nunca lo conoceríamos.

• La alegoría llega cuando describir la realidad ya no sirve. Los escritores y artistas trabajamos en las tinieblas, y como ciegos tanteamos la oscuridad.

• La historia se escribe desde el punto de vista de los vencedores, los vencidos nunca han escrito la historia. Y se escribe, fatalmente, desde un punto de vista masculino.

• El éxito a toda costa nos hace peor que animales.

• Cuanto más te disfraces, más te parecerás a ti mismo.

• Ahora no hay duda de que la búsqueda incondicional del triunfo personal implica la soledad profunda. Esa soledad del agua que no se mueve.

• Si las conociéramos, las cosas del cielo tendrían otros nombres.

• Me gustaría escribir un libro feliz; yo tengo todos los elementos para ser un hombre feliz; pero sencillamente no puedo. Sin embargo hay una cosa que sí me hace feliz, y es decir lo que pienso.

• Una persona empieza por ceder en las pequeñas cosas y acaba por perder todo el sentido de la vida.

• Nuestros hijos, al fin y al cabo, son tan buenos o tan malos como los demás.

• El triunfo nunca ha sido un objetivo para mí.

• En el paraíso no se requiere dinero, en el infierno tampoco, en el purgatorio es donde se pagan las deudas con oraciones.

• El destino nos espera siempre, por muy amargo que pueda llegar a ser, y eso siempre se sabe cuando es demasiado tarde para cambiar.

• El peor dolor no es el que se siente en el momento, sino el que se siente más tarde cuando no hay nada que se pueda hacer.

• La edad nos trae una buena cosa que es una cosa mala, nos calma, y las tentaciones, incluso las imperiosas, nos resultan menos urgentes.

• El tiempo amigo mío, es un maestro de ceremonias que siempre acaba poniéndonos en el lugar que nos compete, vamos avanzando, parando y retrocediendo según sus órdenes, nuestro error es imaginar que podemos buscarle la vuelta.

• Hasta la propia ignorancia puede tener intuiciones proféticas.

• El problema es que la derecha no necesita ningún ideal para gobernar, mientras que la izquierda no puede gobernar sin ideales.

• Las cosas funcionan mal si les falta la caricia de la piel humana.

• Las palabras son sólo piedras puestas atravesando la corriente de un río. Si están allí es para que podamos llegar al otro margen, el otro margen es lo que importa.

• Tener no es poseer. Puede tenerse aquello que no se desea. Posesión es tener y disfrutar lo que se tiene.

• Alonso Quijano no estaba loco. Lo que estaba era harto, y por eso eligió otra vida.