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Aldous Huxley

Aldous Leonard Huxley fue un escritor y filósofo británico que emigró a los Estados Unidos. Nació el 26 de julio de 1894 en Godalming, Surrey (Inglaterra), en el seno de una distinguida familia británica de fuertes raíces intelectuales. Aldous estudió en Eton con la intención de convertirse en médico hasta que tras sufrir queratitis perdió la vista durante un año y medio, continuando su educación mediante el aprendizaje del sistema Braille.

En el año 1915 se graduó en Literatura Inglesa y Filología por la Universidad de Oxford. En 1919 se casó con Maria Nys, con quien tuvo a su hijo Matthew (nacido en 1920), quien destacó como epidemiólogo y antropólogo. Su segunda esposa fue la violinista y psicoterapeuta Laura Archera, con quien contrajo matrimonio en 1956.

Trabajó como periodista en varias publicaciones, entre ellas las revistas “Athenaeum”. Con posterioridad fijó su residencia en Italia, país en el que presentó su primera novela, “Los Escándalos De Crome” (1921). A finales de la década de los 30 se trasladó a los Estados Unidos, en donde residió hasta su muerte.

   En su última etapa como autor inició un periodo de inspiración mística y estudio de la espiritualidad oriental, en especial el budismo.
   Murió en Hollywood, California, el 22 de noviembre de 1963, tras sufrir un cáncer de laringe. Tenía 69 años de edad.
   Está enterrado en el cementerio de Compton, en Surrey (Inglaterra).

Fuente: www.alohacriticon.com

Frases y citas de Aldous Huxley (74)

En la mayoría de los casos la ignorancia es algo superable. No sabemos porque no queremos saber.
Las parodias y las caricaturas son las críticas más penetrantes.
La cara no es jamás opaca del todo; el alma se muestra a través de sus muros.

La civilización es, entre otras cosas, el proceso por el que las primitivas manadas se transforman en una analogía, tosca y mecánica, de las comunidades orgánicas de los insectos sociales.
El cambio realmente revolucionario deberá lograrse, no en el mundo externo, sino en el interior de los seres humanos.
El dinero no reporta ninguna satisfacción cuando hay que trabajar para ganarlo, puesto que trabajando para conseguirlo no queda tiempo para gastarlo.
Por muy lentamente que os parezca que pasan las horas, os parecerán cortas si pensáis que nunca más han de volver a pasar.
Cada generación piensa que puede ser más inteligente que la anterior.
La totalidad está presente incluso en las piezas rotas.
La población óptima es la que se parece a los icebergs: ocho novenas partes por debajo de la línea de flotación, y una novena parte por encima.
Dejando de lado el silencio, lo que mejor expresa aquello que no puede ser expresado es la música.
Tenemos las palabras para que expliquen el significado de las cosas, de manera que el que las escuche entienda dicho significado.
El carácter es la suma de las tendencias para actuar en cierta dirección.

La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede.
Las palabras pueden ser como los rayos X si se emplean adecuadamente: pasan a través de todo. Las lees y te traspasan. Ésta es una de las cosas que intento enseñar a mis alumnos: a escribir de manera penetrante.

Vivimos juntos y actuamos y reaccionamos los unos sobre los otros, pero siempre, en todas las circunstancias, estamos solos.
La investigación de las enfermedades ha avanzado tanto, que cada vez es más difícil encontrar a alguien que esté completamente sano.
El hábito convierte los placeres suntuosos en necesidades cotidianas.
Los vecinos que uno nunca ve de cerca son los vecinos ideales y perfectos.
El progreso tecnológico sólo nos ha provisto de medios más eficientes para ir hacia atrás.
El liberalismo, desde luego, murió de ántrax.
La estupidez es, desde luego, una hija de la voluntad.
Creo que existe un grupo de dispositivos tecnológicos que nos pueden alejar de la libertad imponiendo control.
La felicidad no es nunca grandiosa.

Todos los hombres son dioses para su perro. Por eso hay gente que ama más a sus perros que a los hombres.
Mientras más complejas sean las tecnologías, mayor será la necesidad de crear organizaciones capaces de mantenerlas controladas.
Una verdad sin interés puede ser eclipsada por una falsedad emocionante.
El bien de la humanidad debe consistir en que cada uno goce al máximo de la felicidad que pueda, sin disminuir la felicidad de los demás.
¿Y si este mundo fuera el infierno de otro planeta?
Tal vez, sólo los genios son verdaderos hombres.
El dolor es un horror que fascina.
Los espectáculos públicos representan actualmente un papel comparable al que representó en la Edad Media la religión.

Los dioses son creados por los hombres a su semejanza.
Veo un patrón que pareciera impulsar a la instauración de un régimen totalitario.
Quizá la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia.

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Aprende Más

Nunca es igual saber la verdad por uno mismo que tener que escucharla por otro.
Mientras más poderosa y original sea una mente, más se inclinará hacia la religión de la soledad.
La mayoría de los seres humanos tienen una capacidad casi infinita para dar las cosas por sentadas.
El que guarda silencio no declara contra sí mismo.
Vernos a nosotros mismos como los demás nos ven es un don en extremo conveniente.
Existen tres clases de inteligencia: la inteligencia humana, la inteligencia animal y la inteligencia militar.
Dudar es tener dos pensamientos.
Lo que hace falta es una nueva droga que alivie y consuele a nuestra doliente especie sin hacer a la larga más daño del bien que hace a la corta.
De forma habitual, la violencia trae como resultado la necesidad de emplear más violencia.

Toda la esencia de la vida biológica en la Tierra es una cuestión de equilibrio, si rompemos ese equilibrio, no habrá vida.
La gente siempre obtiene lo que pide. El único problema es que antes de obtenerlo, nunca sabe lo que de hecho pidió.

El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma.
Si muchos de nosotros seguimos ignorándonos, es porque el autoconocimiento es doloroso y preferimos el placer de la ilusión.
La magnitud de las cantidades de dinero parece variar en modo notable según hayan de ser pagadas o cobradas.
No quiero confort. Yo quiero a Dios, quiero la poesía, quiero el verdadero peligro, quiero la libertad, quiero la bondad, quiero el pecado.
Una orgía real nunca excita tanto como un libro pornográfico.
El avance del conocimiento natural está marcado por un absoluto rechazo a la autoridad.
Lo que el rito es para el culto público, los ejercicios espirituales son para la devoción particular.
En un mundo donde la educación es predominantemente verbal, las personas muy cultas hallan punto menos que imposible dedicar una seria atenciÓn a lo que no sea palabras y nociones.
Es una lástima pero la educación superior no garantiza necesariamente una virtud o una sabiduría pública superior.
La persona inteligente busca la experiencia que desea realizar.
Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje.
Existe al menos un rincón del universo que con toda seguridad puedes mejorar, y eres tú mismo.
La esquizofrenia tiene sus paraísos, del mismo modo que sus infiernos y sus purgatorios.

Es necesario liberarse de la fundamental incapacidad humana que constituye el egoísmo materialista.
El burgués es el perfecto animal humano domesticado.
El secreto de la genialidad es el de conservar el espíritu del niño hasta la vejez, lo cual quiere decir nunca perder el entusiasmo.

La estupidez es por cierto, un producto de la voluntad.
Nuestro progreso se debe a los insatisfechos.
Tiene tal naturaleza el poder que incluso en aquello que lo han obtenido sin querer y sin buscarlo, nace la idea de aumentarlo más y más.
La indiferencia es una forma de pereza, y la pereza es uno de los síntomas del desamor. Nadie es haragán con lo que ama.
Saber es relativamente fácil. Querer y obrar de acuerdo a lo que uno quisiera, es siempre más duro.
No queremos cambiar. Cada cambio es una amenaza de la estabilidad.
Un intelectual es una persona que ha descubierto algo más interesante que el sexo.
En el arte existen sencilleces más difíciles que las complejidades más enrevesadas.
Participamos en una tragedia; en una comedia sólo miramos.
Los hechos no dejan de existir aunque se los ignore.
La voluntad puede ser fortalecida por el ejercicio y confirmada por la perseverancia.
El precio de la libertad es la eterna vigilancia.