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Demófilo

Antonio Machado y Álvarez, también conocido con el pseudónimo de Demófilo, nació en Santiago de Compostela, La Coruña, el 6 de Abril de 1846.

   Reconocido literato y folclorista nació en el seno de una familia de literatos y amantes de lo popular. Su padre, Antonio Machado Núñez, fue catedrático de Ciencias Naturales en la Universidad de Sevilla y miembro de la Sociedad Antropológica Sevillana.
   La familia se instaló en Sevilla, donde transcurrirá la mayor parte de su vida. Allí estudió Filosofía y Derecho y, guiado por su maestro Federico de Castro, conoció el evolucionismo y el krausismo, desarrollando una ideología liberal progresista.

El 22 de mayo de 1873 se casó con Ana Ruiz. El matrimonio tuvo cinco hijos, entre ellos los conocidos poetas Manuel y Antonio Machado.

Machado dirigió la sección de Literatura Popular durante dos años. Recibió alabanzas de toda Europa, llegando al extremo de ser considerado una fuente indispensable de consulta para el estudio de la literatura popular. En 1880 publicó su Colección de enigmas y adivinanzas en forma de diccionario y al año siguiente publicó la Colección de cantes flamencos, la primera aproximación rigurosamente antropológica a la materia.
   Antonio Machado y Álvarez falleció en Sevilla el 4 de Febrero de 1983.

Fuente: Real Academia de la Historia

Frases y citas de Demófilo (21)

• No busques el nombre de Dios, porque no lo encontrarás. Porque todo lo que tiene nombre, lo recibe de lo que es superior a él.

• Haz lo que consideres honesto, sin esperar ningún elogio; acuérdate de que el vulgo es un mal juez de las buenas acciones.

• La alabanza es como una armadura pintada, es agradable y no sirve para nada.

• No pidas a la divinidad, lo que no puedas conservar una vez obtenido.

• Creer en las pérfidas insinuaciones de un adulador es como beber veneno en una copa de oro.

• La jactancia, como la armadura dorada, no es lo mismo por dentro que por fuera.

• Pide a Dios las cosas que merecen ser concedidas por él.

• La sospecha es indicio de un alma baja; el que desconfía de todos es digno de que nadie se fíe de él.

• La razón, como un buen alfarero, da hermosa forma al alma.

• No es poca ciencia aprender a soportar las tonterías de los ignorantes.

• El trueno asusta a los niños; las amenazas a los hombres tontos.

• Los hombres locuaces, como la cotorra, por su continua charla, destruyen el placer de la conversación.

• Pon tu confianza sólo en los hechos y no te fíes de las palabras; en la vida encontrarás muchas personas que viven mal y hablan bien.

• Excepto tu libertad cede todas las cosas.

• Ni los golpes de un enfermo, ni las amenazas de un tonto deben temerse.

• La amistad es el puerto de la vida.

• Honra a Dios sobre todas las cosas, para que él te gobierne. Pero si te entregas al dominio de Dios, tendrás dominio sobre todas las cosas.

• No es libre quien no haya obtenido dominio sobre sí mismo.

• Haz que tus familiares te reverencien más que te teman, pues el amor sigue a la reverencia, mas el odio al temor.

• El viento hincha las vejigas; las falsas opiniones a los hombres estúpidos.

• Promete poco y cumple mucho.