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Arturo Pérez-Reverte

Arturo Pérez-Reverte Gutiérrez es un escritor y periodista español, miembro de la Real Academia Española desde 2003, ocupando el sillón T.
Nació en Cartagena el 25 de noviembre de 1951.
Trabajó como reportero de guerra desde 1973 hasta 1994, realizando constantes viajes por países africanos en guerra y más adelante en el Golfo Pérsico, Rumania, Croacia, Bosnia y Centroamérica.

En 1995 abandonó el periodismo para dedicarse exclusivamente a la literatura, aunque su carrera como novelista se había iniciado tiempo atrás con la publicación de la obra El húsar (1986).
En 1996 inició un ciclo de novelas de aventuras con Las aventuras del capitán Alatriste, que tenía como protagonista al mercenario del mismo nombre y la corte de Felipe IV como escenario.

Bajo el título Patente de corso publicó en 1998 una primera recopilación de sus artículos de opinión en El Semanal, seguida por Con ánimo de ofender, que incluía una selección de las colaboraciones realizadas entre 1998 y 2001.
Varias de sus novelas han sido llevadas al cine.

Fuente: biografiasyvidas.com

Frases y citas de Arturo Pérez-Reverte (112)

Es un error grave mirar al pasado con los ojos del presente.
Los héroes pasan por nuestro lado sin que reparemos en ellos. Se sientan en la terraza de un bar, se sujetan a la barra del metro o hacen la cola en la oficina del paro, como tantos.
Siempre hubo Torres Gemelas de Nueva York, ‘troyas’ y caballos de madera, bárbaros y constantinoplas.

Creo que la Humanidad se divide básicamente en dos clases de personas: las que saben que van a morir, y las que prefieren no saberlo.
Existe gente que sueña y se queda quieta, y gente que sueña y hace realidad lo que sueña, o lo intenta. Eso es todo... Luego, la vida hace girar su ruleta rusa. Nadie es responsable de nada.
Las ciudades de todo el planeta están llenas de gente que va de un lugar a otro en vuelos baratos para comprar las mismas prendas que a diario puede ver expuestas en los comercios de la calle donde vive.
Cada libro leído es, como cada ser humano, un libro singular, una historia única y un mundo aparte.
La amistad se nutre de rondas de vino, estocadas hombro con hombro y silencios oportunos.
Es lo malo de estas guerras, que oyes al enemigo llamar a su madre en el mismo idioma que tú, y como que así, ¿no?... Se te enfrían las ganas.
Cuando te adentras en el corazón de una mujer, te expones a un peligroso viaje.
Me gusta el Mediterráneo porque para mí es navegar por la historia. Echas el ancla a la vista de un templo romano, buceas junto a un fragmento de ánfora fenicia, los dioses viven por aquí, se pueden ver esos atardeceres homéricos... es la felicidad.
El miedo siempre es más intenso cuando eres capaz de imaginar lo que te espera.
Eso se llama tenacidad. Certeza de que, se gane o se pierda, uno hace su obligación.
El arte no es un producto, sino una actividad. Un paseo por la calle es más excitante que cualquier obra maestra.

Cada cual tiene el diablo que se merece.
La rebeldía es el único refugio digno de la inteligencia frente a la imbecilidad.

Es muy fácil ser héroe rodeado de gente que te aclama, lo difícil es serlo en soledad, cuando el único testigo es el coraje, el honor, el valor.
La literatura me ha salvado de mí mismo... La juventud es la certeza de la batalla. Eso lo he vivido literaria y físicamente, como Julio Fuentes y otros tantos amigos corresponsales de guerra... Pero una vez que has vencido o has sido derrotado, ya eres viejo.
Los hombres suelen creer que los ojos de las mujeres bellas tienen algo dentro, y a menudo se equivocan.
Si te empeñas, tú mismo puedes ser tan peligroso como cualquiera que se cruce en tu camino.
Cada edificio, cada cuadro, cada libro antiguo que se destruye o se pierde, nos hace un poco más huérfanos. Nos empobrece.
Es posible hablar con extrema dureza de lo que se ama, precisamente porque se ama, y con la autoridad moral que nos confiere ese mismo amor.
A diferencia de los humanos, los cánidos casi no conocemos la hipocresía.
El azar es una explicación que sólo tranquiliza a los idiotas.
Primavera árabe, seguimos diciendo aquí. Cuando lo que viene es el invierno más negro.

Lo que decimos nos aprisiona mucho más que lo que hacemos, o lo que callamos. El peor mal del ser humano fue inventar la palabra. Mira si no los perros. Así de leales son porque no hablan.
Una tiranía ilustrada, por muy ilustrada que sea, siempre es una tiranía.
No hay locura a la que el hombre no llegue, abismo al que no se asome, y lance que el diablo no aproveche cuando hay mujer hermosa de por medio.
La Historia demuestra que la razón es de quien tiene el coraje de sostenerla.
El más eficaz aliado de los sinvergüenzas siempre fueron los enjambres de tontos que hacen el trabajo sucio. Que les facilitan el trabajo.
Una bliblioteca no es un conjunto de libros leídos, sino una compañía, un refugio y un proyecto de vida.
Sócrates y Séneca se suicidaron por inteligencia, y la Europa que ellos iluminaron se suicida por estupidez.
Los aplaudidores demagogos son aún más peligrosos y despreciables que los fundamentalistas. Al menos éstos tienen fe.

Cualquiera que haya leído Historia de España sabe que aquí hemos sido todos igual de hijos de puta.
La fe desnuda no se sostiene. La gente necesita símbolos con los que abrigarse, porque fuera hace mucho frío.
Escribo novelas para recrear la vida a mi manera.

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Aprende Más

Me gustan quienes son leales, y en estos tiempos ya ni los perros lo somos.
Mejor era un por si acaso que un quién lo hubiera pensado.
España es un país en el que las ilusiones se van rápido, las decepciones se acumulan, y en el que cualquier español se da cuenta de que hay algo que está fallando desde hace siglos, lo que produce un cansancio histórico.
Nos hacemos fotos, no con objeto de recordar, sino para completarlas después con el resto de nuestras vidas.
La omnipresente religión impide florecer.
Pues en cuestiones de amor cuando menos lo sospechas, del arco vuelan las flechas, y es blanco tu propio honor.
Ante una infamia es vil guardar silencio, y es digno rebelarse y combatirla.
La única salvación posible estriba en dos palabras: educación y cultura.
La Independencia en los países de América Latina fue un gran fraude del que fueron víctimas las clases más desfavorecidas.
En literatura, el tiempo es un naufragio en el que Dios reconoce a los suyos.
Con hombres íntegros pueden quizá ganarse batallas, pero no gobernar reinos.

Se les ve expuestos a la injuria de los tiempos, en la miseria; y a pesar de ello, más bravos, soberbios y orgullosos que en la opulencia y la prosperidad...
Y es que hay chusma infame, gentuza sin conciencia, salvajes miserables a quienes sería insultar a los perros llamar hijos de perra.

Ser español y lúcido aparejó siempre una seca soledad.
Tranquilo camarada, la paciencia es una virtud.
Se les ve expuestos a la injuria de los tiempos, en la miseria; y a pesar de ello, más bravos, soberbios y orgullosos que en la opulencia y la prosperidad...